El proyecto, orientado principalmente a la renovación del sistema escolar, laboral y empresarial de la República Dominicana, en los sectores agrícola, turístico y, en particular, agroalimentario y vitivinícola, permitirá, asimismo, planificar iniciativas de formación de intercambio entre alumnos pertenecientes a las dos escuelas que participan en el itinerario educativo evolutivo.
"Para la República Dominicana es un privilegio contar con el acompañamiento de las autoridades de Castelfranco Emilia y de la provincia Módena, así como del L. Spallanzani, para el establecimiento de su modelo educativo: escuela, trabajo, empresa, en nuestro país. El proyecto prevé el desarrollo de la producción de uva de vinificación, la elaboración de vinos con la marca del país, una escuela especializada en enología y fruticultura, y una asociación con pequeños productores a los que se formará para que se conviertan en proveedores de uva con la calidad y cantidad requeridas por la bodega", expresó Rafael Ortiz Quezada, viceministro de Asuntos Científicos y Tecnológicos del Ministerio de Agricultura.
También, la encargada de Comercio, Cooperación y Turismo de la Embajada Dominicana en Roma (Italia), Arelis Perdomo, manifestó que dicho acuerdo impactará de manera transcendental la vida de los dominicanos, debido a la creación de un modelo de agricultura sostenible y desarrollo del empleo en la República Dominicana.
“Mediante un proyecto de formación académica 'escuela- campus-empresa', por el cual habrá un intercambio cultural y experiencia con socios italianos en el ámbito de los procesos innovadores para favorecer el uso de la agricultura digital y sostenible, a través de la creación de productos de excelencia para su promoción en el territorio dominicano”, resaltó Perdomo.
Por otro lado, el rector de Loyola valoró su implicación como socios esenciales en un proyecto tan ambicioso como de alto valor social y ético.
“Precisamente porque se desarrolla en la puesta en común de temas socioeducativos, de los que nuestro instituto es históricamente precursor. La idea de reciprocidad es también un motor para la construcción de modelos educativos cada vez más esclarecidos: por un lado, la adquisición de conocimientos y habilidades relacionados con la viticultura y la enología para el cultivo de vides compatibles con el clima caribeño, y por otro, la transferencia de conocimientos relacionados con la producción de frutas típicas del clima caribeño", añadió el padre José Victoriano.
"Gracias al apoyo económico y experiencial de la escuela y del empresariado vitivínicola italiano, pretendemos maximizar el potencial enológico de los viñedos producidos en el Territorio Dominicano, en función de las necesidades del mercado (nacional y extranjero), adoptando estrategias comerciales y de marketing territorial adecuadas. Un 'Proyecto de Excelencia' que a través de una acción cooperativa (educativa, empresarial e institucional) aúne las competencias de todos los actores implicados, en una perspectiva de desarrollo, crecimiento e innovación constante", señaló Antonio Vecchione.
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