11 de julio Día del Diseñador Dominicano
Santo Domingo. – La indusria de la moda en República Dominicana es pujante, creativa y emergente ante la crisis como motivación para agregar valor al estilo de vida de los ciudadanos.
Durante los primeros meses de la pandemia el cese de las actividades
sociales pronosticaba una crisis inminente en el sector. Muchos diseñadores,
dueños de marcas, tiendas de tejidos y multinacionales se enfrentaban a uno de
los mayores desafíos del Siglo XXI.
La escena política en el país arrojó luz en el sector, pues la toma de
posesión presidencial, el ascenso a cargos públicos y las apariciones en
eventos obligaron, especialmente a las mujeres, a vestir de manera sobria y
elegante. Todos estos nombramientos reactivaron el diseño local, como si todas
las mujeres del sector político se hubieran propuesto elevar y dignificar
nuestra moda de autor.
Todavía recordamos como la alcaldesa Carolina Mejía apareció deslumbrante ante el foco público hermosamente vestida con un diseño de Oriette Domenech, lo cual aportó una luz de buen gusto y buena vestimenta al sector textil que no desaparecería durante la pandemia.
Hablamos de la diseñadora Melkis Díaz, quien presentó a la embajada de los
Estados Unidos un proyecto textil de confección de indumentarias médicas que
posteriormente fueron donadas por la embajada al Servicio Nacional de Salud.
Junto con la embajadora de los Estados Unidos en el país, Robin Bernstein,
lograron activar el sector para que estos profesionales pudieran dignamente
continuar con sus vidas y ser productivos.
Al generarse una gran cantidad de cambios en la escena mundial de la moda, la presidenta de la Asociación Dominicana de Diseñadores de Moda sintió la obligación de generar nuevas estrategias para fortalecer la industria local. Se dio cuenta de lo importante que es el que se aumente el aprecio y el consumo de las piezas que producen nuestros diseñadores de moda. Por ello, Melkis Díaz se hizo acompañar de un grupo de asesores locales e internacionales, quienes investigaron exhaustivamente el comportamiento del consumidor local para lograr el posicionamiento de nuestras marcas de moda en el gusto preferencial de los compradores internacionales y elevar el orgullo por “lo nuestro” y dar oportunidad al crecimiento del consumo de autor mediante el aumento de la presencia en las tiendas y boutique que invierten grandes sumas de dinero trayendo marcas desde Los Ángeles, China e incluso Colombia.
Estos estudios e investigaciones arrojaron situaciones alarmantes en la
escena latina y nos encontramos con que no existe una marca textil dominicana
colocada en la industria textilera regional. Tenemos varios casos de marcas
exitosas, como la marca Camila, la cual es una de las más consumidas por la
clase ejecutiva y laboral del país. Y por otro lado existe la marca Jenny
Polanco que disfruta del aprecio de los locales y que parcialmente ha sido
consumida por grandes figuras de prestigio y hasta de la realeza.
Existe el caso exitoso de la diseñadora Giannina Azar, cuyas piezas se han
convertido en una muy preferencial de las más rutilantes alfombras en los
cuerpos de las celebridades de la talla de Jennifer López, Beyonce, Madonna,
que para nosotros era inimaginable pensar que llegaríamos tan lejos.
Hablando del tope más alto de nuestra moda debemos de hablar del excelso
Oscar De La Renta, cuya trayectoria impecable y llena de gran prestigio nos
llena de orgullo. Sin embargo, no es en nuestro país que logró desarrollarse,
sino que tuvo que irse a España y luego en los Estados Unidos, donde llegó a su
máxima sin dudas.
Nosotros tenemos una gran referencia de calidad en nuestra mano de obra
gracias a la buena reputación labrada durante décadas del sector zona franca,
que ha hecho un trabajo impresionante y que ha luchado muy duro para ganarse su
terreno y debido a tal incidencia es que desde sus entrañas y a través del
consorcio José Clases Corporation nace la única marca de zapatos Quvel que nos
coloca en el ranking de las exportaciones, apareciendo con un 13% en
competencia con México, que aparece con un 20% y Brasil el gran referente de la
moda latina con un 49%.
“Si nos unimos y logramos esforzarnos por imitar incluso el modelo de
negocio de Colombia, México y el mismo Brasil entonces de seguro podemos ir ya
ganándonos un terreno que de hecho ha sido labrado exitosamente por el sector
zona franca. Sin temor a equivocarnos podríamos decir que la ciudad de Santiago
ha sido la precursora de la moda más competitiva, pues a través de los años han
surgido las marcas West USA de industria Santiago, Confecciones Louardo, Industria
del Yaque, fábricas de joyas y los icónicos diseñadores Sisi Bermúdez, Leonel
Lirios e Irina de Fernández una gran propulsora del diseño de moda”, señaló la
presidenta de la Asociación.
Además, la diseñadora aseguró “Estamos listos para que nuestros diseñadores
ocupen la posición que les corresponde en el mercado latino, ya que, en este
momento, gracias al Inaguja en la persona de su director el señor Paul Almanzar
Hued, logramos el que se nos asignara una nave industrial completamente
equipada para que nuestros diseñadores establecidos y emergentes puedan
producir sus colecciones en línea tanto para abastecer el mercado local como el
internacional”.
La diseñadora Melkis Díaz resaltó que “al trabajar con
inteligencia y una estrategia que nos eleve a ser una marca latina preferencial
como lo hemos logrado en el deporte, la música, incluso el cine y la
gastronomía; nosotros, como sector moda de autor, también podemos colocarnos y
exportar nuestra moda caribeña de exquisitas texturas y vibrantes colores. Como
caribeños poseemos hermosos elementos autóctonos como el ámbar, larimar,
cuernos y jícara de coco, que nuestros artesanos lo han usado como elementos
que ya formar parte de la identidad de
nuestras piezas llenas de un gran sabor a trópico”.
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