El periodista Fernando Quiroz nos comparte una interesante entrevista que sostuvo con el compositor dominicano Pavel, quien nos hace un recuento desde sus inicios, mentores, influencias, enseñanzas, sus éxitos, el oficio de hacer canciones, y un vistazo a la música urbana.
Fernando Quiroz.
Santo
Domingo.- Su respuesta la comenzó rasgando la
guitarra. Respondió cantando estrofas de las tres principales canciones que le
pedirían en un concierto: Dime si lo ves, Viene Gente y Te Di.
El cantautor Pavel Núnez alcanzó los 20
años de lo que él llama hacer de su vida una carrera musical.
Influenciado por la trova cubana, rock y
pop latino y música tradicional dominicana (Don Chepe), la cuarentena por la
pandemia del Covid-19 lo encuentra inmerso en “Tropical”, su producción más
reciente, y la que asegura será la más
dominicana que ha realizado.
En
un “Live” desde la cuenta de Instagram del portal Aplatanao News,
entrevistado por su director Fernando Quiroz, el artista expresa que su trayectoria
ha estado muy bendecida por el real cariño del público, que le da fuerzas y
procura reciprocar.
Para Tropical, ya grabó un merengue, “Yo
te quiero querer”, con Milly Quezada, la reina de este género. Él estrenó el
merengue “Y Basta Ya”. Para adentrar más en la dominicanidad tiene salsa y
bachata. Va a grabar, además, un gagá con Vakeró.
Tiene planes de colaboración con los
colombianos Andrés Cepeda y Santiago Cruz. También con el español Pedro Guerra.
Viene de una producción como “Oratoria y
otras Historias” donde hizo un dúo con el legendario cantautor cubano Pablo
Milanés, algo que esperó por muchos años.
Ahora su sueño es grabar con dos
inmensos de la música, el panameño Rubén
Blades y su compatriota Juan Luis Guerra. Por separados o juntos. Podría ser un
tema romántico, pero también de contenido social. Pensarlo lo emociona.
Comprende que la música debiera servir a
la humanidad para consensuar. Ser más
puente de diálogo, empatizar, sobre todo en un momento como el actual
República Dominicana está en un momento
muy interesante musicalmente hablando.
Reconoce los talentos criollos con
repercusión internacional Rita Indiana Vicente
García, Alex Ferreira. Suma la calidad artística de Covi Quintana, Techy
Fatule, Pamel Mancebo y Riccie Oriach.
En letras de canciones admira, desde el
país, a Claudio Cohén y José Antonio Rodríguez y al fenecido Luis Terror Dias.
Internacionalmente a Silvio Rodríguez,
Danny Rivera, Robi Draco Rosa y Sting.
En la conversación complació peticiones
de fanáticos, Por Honor, una de ellas. Nos habló hasta de los corbatines o
lacitos de madera que usa, se ha identificado con ellos, le caen en gracia, y
van con la personalidad que desea proyectar.
Su hijo Ariel: Luz propia
Siempre supo que Ariel tenía mucho potencial. Siempre portando luz propia.
Entiende que su búsqueda musical está
muy avanzada para su edad.
Ariel, el hijo, lo ha defendido, criado,
y mantenido bajo la sombrilla que representan los padres.
Pero Ariel el artista es un muy
propositivo y actual, al mismo tiempo, es una alma vieja.
“Son 17 años para 42 que tiene”, bromeó.
Cree que para su generación será
trascendental por el talento que posee, nobleza y dedicación.
“Ariel va a llegar donde él quiera
llegar. Con su talento, podría llegar a la luna si quisiera”, destaca.
Ha sido criado “no creyéndose la
película”, llevado de las manos, cuidando sus pasos.
“Es muy completo, tengo mucha fe él”,
precisa.
Música
urbana
Pavel respeta el tipo de música que
realizan los intérpretes urbanos. Cree en las especialidades y, estima, ellos
son expertos en lo que hacen, por eso prefiere evitar darles consejos, pues
podría parecer pretensioso de su parte.
“El ritmo no tiene nada que ver, puede
quedarse siendo lo que es”, opina.
Ellos dentro de su área y experiencia
son personas muy capaces, con criterios, agregó.
“Entiendo que algunos no tienen un norte
definido, pero otros lo hacen de manera digna”, considera.
Cree que no aceptar que ellos son una
realidad, una expresión del pueblo, del barrio, de la esquina, de sus
sufrimientos y dolencias, sería una
mezquindad.
Han sido válidos, unos con un mensaje un
tanto nocivo, que entiende podrían mejorar, pero otros con un mensaje muy positivo,
y con una forma de ver la vida muy actual.
Desde
su primera hasta las 200Fernando y Pavel vía Zoom
Pavel tenía unos 13 años cuando notó
que quería y podía escribir canciones.
No recuerda su primera canción. Escribió
mucho en la adolescencia, y desde entonces no ha dejado de hacerlo.
“Era una expresión, una forma de
desahogarme. No había necesidad de llenar espacios, ni tenía pretensiones.
Simplemente componía”, lo resume.
Ha escrito unas 200 canciones, muchas de
ellas andan en cuadernos. Ha estado marcado por sus parientes expertos en el
arte de la palabra, René del Risco Bermúdez (1937-1972) y Yaqui Núñez del Risco
(1939-2014).
Los temas grabados rondan los 100, en nueve álbumes:
Paso a Paso, De Vuelta a Casa, Atlantis,
Big Band primera edición, Tiempo del Viento, Cantor Urbano (producción
homenaje), De mis Insomnios, Sentimientos, Oratoria y otras historias. Tienes
sencillos fuera de álbumes.
Escribir una canción para él es una meta
que se repite muchas veces. No cree haya escrito su mejor canción aún.
La
pasión
Lo que más lo llama a escribir es el sentimiento. Cuando tienes
ese don el componer, entiende, lo que necesitas es que se exprese, ya sea en el
dolor, la alegría, crítica social o una canción a los hijos.
En su haber, canciones como “Ariel”, a
su hijo, y “Canción de Cuna para mi Abuela”.
Se ha arrepentido de escribir algunas
canciones. Son varias y aún están en el tintero.
Amor
y desamor
La canción lo que tiene que tener es
pasión.
Si no tiene la pasión de quien la
escribió no va a suceder nada, porque eso se transmite. Y debe percibirse
cuando se escribe y se interpreta.
El desamor inclina la balanza en las
canciones con relación al amor. Gusta y vende más.
Lo explica porque nadie se anticipa al
dolor. Cuando llega, vas a buscar la
rama donde sostenerte, y por lo general hay una canción donde echar mano que te
ayuda a redimirte de muchas formas.
El amor es un poco más planificado. Vas
tras eso. Ahí hay miles de canciones a dedicar.
Inicios
paso a paso
La carrera se cuenta a partir del primer
disco, afirma. En su caso, Pavel cumple 20 años, con Paso a Paso, haciendo de
su vida una carrera musical.
No obstante, su activismo en estos
menesteres artísticos lleva 26 años.
De Paso a Paso se pegaron todas
canciones, además de este, tema que da nombre la producción, Te Di, Canción de
Cuna para mi Abuela, Ahora que Vuelvo Ton, entre otras.
No solo fue una carta de presentación,
sino un disco muy revelador, que lo posicionó de manera contundente.
Casa
de Teatro y mentores
La Casa, como él la llama, es el punto
de inicio, la gestación de lo que hoy es Pavel.
“Yo creo que sin ese punto de partida
hoy no estaríamos frente a ti haciendo esta entrevista”, indica.
Define a Freddy Ginebra, sin dudas, como
el duende de Casa de Teatro, el pulmón cultural, una persona con corazón
enorme, que ha dado oportunidad a toda
expresión artística que ha tocado su
puerta.
José Antonio Rodríguez, uno de sus
grandes mentores y amigos. “Que ha
sabido sufrir los avatares del oficio de hacer canción”, señala. Fue trascendental
a la hora de exponerlo frente al público.
Víctor Víctor, bromeó con la amistad que
los une, diciendo que han pasado varias etapas, de ser su papá a hermano y
luego a hijo. “Es ese ser que me lleva de la mano, me dice por aquí es”.
Conciertos
y premios
Su
gran evento Big Band tiene cuatro puestas en escenas y nueve conciertos.
Ha sido un antes y después.
Ha sido nominado dos veces al Grammy, lo
cual él considera dos premios.
Entre Casandra y Soberanos alcanza once
estatuillas. Además, ganó un Emmy por la difusión de Big Band en televisión
estadounidense.
Acaba de ganar en el país dos galardones
en la primera edición de los Premios Indie Dominicano, a la música alternativa,
además de recibir un emotivo homenaje. “Hacía falta un premio con este perfil y
connotación”, resalta.
Su música se conoce de manera constante en México y España. En
Estados Unidos no solo la comunidad dominicana, le sigue, sino también la
diáspora colombiana, venezolana y cubanos que
residen en Miami. La publicidad
boca a boca la ha llevado a lugares donde
él no imaginó que existía como Ecuador.
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