Con cuatro
nominaciones a los Oscar, el sorprendente e intimista filme de Luca Guadagnino
podría ser la gran sorpresa en los premios del cine.
José Rafael Sosa
Cuando el cine logra hacernos olvidar que es cine, y que lo presentado en
pantalla no es únicamente aventura, acción, tristeza, fantasía o éxtasis, lo
que se encuentra ante el espectador es la vida misma, abierta en sus cualidades
de ensoñación, magia y éxtasis. El éxito del cine es lograr eso partiendo de un
tema tan tabú como la homosexualidad, hacerlo a partir de una trama de
descubrimientos e inicios emotivos, al punto de cambiar por completo la
perspectiva y llevar al público a repensar el amor y a dejar de lado toda
especulación y todo estereotipo.
Call me by your name
(Llámame por tu nombre) de Luca Guadagnino, se inscribe, en esa
condición de cine que se trasciende como género. Podría, sobre la calidad y la
modestia de su producción, resultar la mejor película de los Premios Oscar 2018
Es una experiencia
cinematográfica cargada de simbolismos, una rica vida cotidiana de la campiña
italiana y un exquisito y selectivo sentido del humor y unas actuaciones para
atesorar en la memoria.
Este drama emotivo, con afinadísimos e inteligentes toques de humor,
muestra como la principal conquista del cine no es tanto emocionar, presentar
aventuras, desgracias o situaciones cómicas embarcar a sus espectadores en
aventuras, emociones.
Tradicionalmente el cine ha visto la homosexualidad al enfoque moralista,
a las enfermedades terminales, al escándalo de crónica policial, a la represión
ciega de parte de los genocidas del racismo y el fascismo
El peor error que se
puede cometer con Llámame por tu nombre (Call me by your name) es percibirla
como una película sobre sexualidad temprana alternativa, o entenderla como crónica
visual sobre vínculos íntimos entre dos seres del mismo sexo.
Lo que evoca esta
cinta es distinto: honestidad, sensibilidad y poética inteligencia. Y, sobre
todo, magia del complejo ser interior del mundo de sus personajes. Es una
aventura de despertares humanos, de amor resuelto como expresión del ser,
alejado todo cliché o estereotipo estigmatizante.
La obra de
Guadagnino, increíblemente
excluido de nominación como mejor director), con guión de James Ivory, adaptación de la
de la novela corta
(40 páginas) de André Aciman,
es una poética, delicada y sentida crónica de sensibilidades, símbolos, encuentros,
soledad y riqueza humana, que envuelve
al espectador con un cuidado recorrido de imágenes cotidianas ensoñadoras
y un afinado estilismo visual y sonoro y
al extremo de colocar en un plano secundario el tema de la gay y
transformarse en una experiencia que trasciende lo cinematográfico.
Nominada a mejor película, mejor actor, mejor guión y mejor
canción, se trata de una de las mejores
crónicas fílmicas del cine de los últimos años sobre la experiencia del primer
amor con un discurso visual de imágenes y símbolos que embelesan y cautivan. Una verdadera injusticia el no haber nominado
a su director. Que los amantes sean del mismo sexo, es pura circunstancia.
La obra de Guadarigno
es una obra marcada por la sencillez y la delicadeza, factores que encandilan
con su suave luz a quien acude a este desafío del cine como experiencia que
trasciende la perspectiva tradicional de lo “gay”, como lo han hecho Luz de
Luna (Moonlight ),
ganadora del Oscar 2017, y Brokeback Mountain, unidas a
otras que plantearon el tema sin vincularlo al escándalo, o la crónica policial o la perspectiva del escándalo, tal
cual ha ocurrido con La calumnia, Philadelphia, El beso de la mujer araña, Transamérica y Cabaret,
entre otras.
Sus tres actuaciones fundamentales, las
del joven Timothée Chalamet (Elio Perlman), la del veterano Armie Hammer, - Oliver - (increíblemente el mismo que protagonizó el
desastre comercial llamado El Llanero Solitario) y el padre de Elio Michael Stuhlbarg,
conforman un espectro actoral que no será olvidado nunca.
Pie
de foto
Llámame por tu nombre está nominada a cuatro premios Oscar, sorprende conquistado por su sencillez, su
delicadeza.
Luca
Guadagnino ha regalado al público una película evocadora y apabullante en la
que todo está cuidado hasta el último detalle.
El
juego de simbolismos de la propuesta se refleja en el milagroso uso que el guion y la puesta en escena
hacen de un collar con una estrella de David, un reloj y un melocotón.
En
manos del cineasta, tres simples objetos nos cuentan todo lo que necesitamos
saber para entender por lo que están pasando Oliver y Elio.
El
espectador se ve expuesto al deseo, la admiración, el respeto, el miedo a la
pérdida o la anticipación sin necesidad de que salga una sola palabra de la
boca de los personajes.
Que
el italiano se haya quedado fuera de la categoría de Mejor Director es una de
las mayores decepciones de estos Oscar. Algunos han acusado a la película de
ser inverosímil, ingenua y demasiado perfecta, pero el mayor pecado de Call Me By Your Name es hacer una película sobre
cómo debería ser el mundo (curioso, abierto de mente, empático,
desprejuiciado, sensible) y no sobre como probablemente sea.
Películas
como Compañeros inseparables, Brokeback Mountain, La calumnia, Philadelphia, El beso de la mujer araña, Transamerica, Cabaret y Boys Don’t Cr
Créditos y reparto
Llámame por tu nombre
Año: 2017
País: EU/Italia
Director:
Luca Guadagnino
Actores
Michael Stuhlbarg,
Armie
Hammer,
Amira
Casar,
Timothée
Chalamet
Sinopsis
Es
verano de 1983 en el norte de Italia y Elio Perlman ( Timothée Chalamet ), un precoz chico italoamericano de
diecisiete años, pasa los días en una casa de campo construida en el siglo XVII
y propiedad de su familia, transcribiendo y tocando música clásica, leyendo y
flirteando con su amiga Marzia (Esther Garrel).
Elio
disfruta de una relación muy cercana con su padre (Michael Stuhlbarg), un
eminente profesor y especialista en cultura grecolatina, y con su madre Annella
(Amira Casar), una traductora, quienes le han favorecido con los frutos de la
alta cultura en un contexto inundado por delicias naturales.
A
pesar de que la sofisticación y el don intelectual de Elio indican que el chico
es todo un adulto consumado, su personalidad rebosa asimismo inocencia y una
carencia de forma, sobre todo en lo tocante a los asuntos del corazón.
Cierto
día, Oliver (Armie Hammer), un encantador erudito estadunidense que trabaja en
su doctorado, hace su arribo y se presenta como el residente veraniego que ese
año ayudará al padre de Elio.
En
medio del esplendor solar del entorno, Elio y Oliver descubren la alucinante
belleza de un deseo que despierta a lo largo de un verano que alterará sus
vidas para siempre.
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