Como director y dramaturgo, y sin patrocinios, ha creado una
escuela teatral de voz y la poesÃa, generadora de nuevas figuras
interpretativas, a pesar de quienes le rechazan “el teatro Haffe”.
José Rafael Sosa
Ceremonia Sagrada,
teatro escrito y dirigido por Haffe Serulle es expresión de una escuela de
teatro poético de la voz y el cuerpo. Una pena que el programa de mano. de no
más que una hoja de dos caras estuviese sin un solo patrocinador. Un teatro de
altÃsima creatividad que demanda esfuerzo fÃsico y de caracterización en grado
extremo.
Como director y dramaturgo y sin patrocinios, ha creado una
escuela teatral de una alta poética y enorme fuerza actoral y vocal, ha lanzado
con una oleada de nuevas figuras interpretativas y todo sin la bendición de quienes le rechazan
por cuestiones de clase o concepciones estéticas.
Es una pena que no se le haya reconocido como escritor
inspirado en figuras poética se notables densidades y giros literarios de gran
nobleza. Imaginación y valores
Como creador literario, ha generado, a lo largo de su
producción, mundos y personajes inéditos, unidos por un eje: el afán por un
mundo de mejores valores y la denuncia del oprobio y la miseria de todo tipo.
Como director de teatro, su aporte principal es ese teatro
de la acrobacia, la interpretación desdoblada de la voz y la caracterización de
sus personajes (sobre todo vestuario y maquillaje) con tonos impresionistas y
de expresión lÃmite, a partir de elementos de bajo costo.
Sus intérpretes , figuras novÃsimas y desconocidas en los medios, son estudiantes y graduados de la
Escuela Nacional de Arte Escénico, apartados de corrillos mediáticos facilistas
y de las luminarias de la prensa del
espectáculo, pero cuando el cronista se detiene a ver lo que ofrecen, lo mÃnimo
es respetar y reconocer la conjunción de talento, sentido teatral y
creatividad. Se encuentra entonces con una poesÃa en una dramaturgia que golpea
la conciencia tranquila. Teatro que remueve e inquieta.
En
Ceremonia Sagrada, un monumento escénico contra la esclavitud y los
oscurantismos, frente a un idealismo que procura una vida humana digna, lo que
se ofrece es un teatro de altÃsima creatividad que demanda esfuerzo fÃsico y de caracteriza
con en grado extremo.
Como
producción impresionista de notables tentáculos que integran al público desde
la entrada misma a la sala, Ceremonia Sagrada, no deje indiferente a nadie.
Haffe
tiene, como artista, esa caracterÃstica: gustar hasta el paroxismo o se le
rechaza de plano.
La galerÃa de
sus personajes (Madre Benefactora, El Verdugo, El Arzobispo, El
Funcionario, El Empresario, El Juez, El Prestamista, El Desarrapado, El
arlequÃn y La Marioneta) son sÃmbolos vivos, fichas de un complejo ajedrez
social.
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