Cuál sería un
buen punto de partida para preguntarse qué hace la economía hablando del amor?.
Acaso la economía no aborda los temas de
los recursos escasos y las necesidades insatisfechas, especialmente en libre
mercado. Claro que sí, de eso trata esa
ciencia, pero ello no le resta méritos al esfuerzo de enfocar el amor desde la
perspectiva de la economía, más bien la enriquece.
El amor es
una expresión de sentimiento hacia otra persona, que procura reciprocidad
porque por si solo es insuficiente y presenta necesidades para que él pueda
permanecer con vida. Como puede apreciarse en la definición del amor, la
economía está presente al menos con los conceptos de demanda y oferta, por
aquello de la reciprocidad, y el de la escasez, porque hay necesidad.
En una
aproximación delimitada, las necesidades van desde, la compañía, el afecto, los
cuidados, el sexo hasta la protección física y monetaria. Para encontrar la satisfacción de esas
necesidades es condición demandar de ellas, al tiempo que se procura encontrar quién la oferte.
Por el lado
de la demanda, quien agencia amor requiere información y en un mercado
imperfecto como el sentimental, casi siempre la data es insuficiente y de baja calidad;
y como el corazón procesa parte importante de la información, complementando al
cerebro, entonces la exposición al riesgo de quien demanda es alta.
En la teoría económica
de la demanda existen bienes que se les llaman sustitutos, si tu tipo de
demanda es elástica como por ejemplo el precio de la carne de res con respecto
a la de pollo, si la primera sube de precio y la segunda no, el consumidor
tiende a sustituirlo por el pollo; pero como el tipo de demanda del amor es
inelástica, esto es si el precio del amor de tu vida sube, no lo sustituiría
por ningún otro, aunque estos bajen de precio y te lleva a seguir amándolo aún
si la contraparte abandona la relación.
En el amor no existe competencia perfecta,
nadie tiene acceso en calidad y cantidad a los mismos
niveles de información, produciéndose una asimetría a favor de quien posee las
cualidades y atributos para satisfacer la demanda.
Por el lado
de la oferta, quien tiene los atributos y cualidades para satisfacer las
necesidades indicadas las exhibe y en consecuencia las ofrece, o es conquistado
por la demanda, entonces aparece el punto de encuentro, el de equilibrio entre
la oferta y la demanda, y se inicia el proceso hacia la conquista de la
felicidad, maximizando ambos el bienestar, vale decir el amor.
En cuanto a
la escasez, quienes poseen los atributos que satisfacen las necesidades
señaladas, tienen ventajas competitivas, que lo pueden llevar hasta ser
monopólicos como proveedor de los mismos, o monopsónico si está en condición exclusiva de
poder comprar los atributos.
Desde el enfoque del economista enamorarse
implica establecer una relación de monopolio con el proveedor de las
necesidades, de ahí los distintos grados de sumisión por parte de quien demanda
y dominio por quien ofrece los atributos, y ello implica que uno paga un precio
más alto que el otro; de manera que en la relación interpersonal del amor no se
produce una relación recíproca perfecta, aunque en ocasiones tienda
1 comentario:
Extraordinario articulo, diría único en su genero, felicito a su autor, NG Cortiñas, y a Jenny Lovera por publicarlo.
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