La historia de los espectáculos musicales de facturación criolla ha cambiado.
Desde anoche hay que agregar, con ribetes de oro y respeto, los nombres de Carolina Rivas y Luichy Guzmán al reducido y privilegiado cÃrculo de los grandes productores musicales de la República Dominicana. “Los Miserables”, musical de Boublil y Shonberd, probablemente se transformó anoche en una referencia de calidad artÃstica que reditúa el paÃs en su relativamente corta tradición del género, indicando que ese tipo de espectáculos, basados en material artÃstico y técnico criollo, ha llegado a una etapa de plena consolidación.
Más que un paternal y generoso aplauso al esfuerzo, hay que establecer objetivamente que tras el montaje de “Los Miserables”, basado en novela original del francés VÃctor Hugo, dejan claro que República Dominicana es una nación en capacidad de avanzar hacia sus metas más altas, superando las dificultades del presente.
Desde anoche hay que agregar, con ribetes de oro y respeto, los nombres de Carolina Rivas y Luichy Guzmán al reducido y privilegiado cÃrculo de los grandes productores musicales de la República Dominicana. “Los Miserables”, musical de Boublil y Shonberd, probablemente se transformó anoche en una referencia de calidad artÃstica que reditúa el paÃs en su relativamente corta tradición del género, indicando que ese tipo de espectáculos, basados en material artÃstico y técnico criollo, ha llegado a una etapa de plena consolidación.
Más que un paternal y generoso aplauso al esfuerzo, hay que establecer objetivamente que tras el montaje de “Los Miserables”, basado en novela original del francés VÃctor Hugo, dejan claro que República Dominicana es una nación en capacidad de avanzar hacia sus metas más altas, superando las dificultades del presente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario