Con tan solo un fin de semana en escena, esta
comedia es exponente de calidad en su concepto y de versatilidad en sus tres
intérpretes.
José Rafael Sosa
Cuando el dramaturgo y novelista franco-tunecino
Eric Assous, decidió escribir Nuestras Mujeres, estaba –curiosamente – pensando
sólo en hombres.
Lo que hacía en realidad Assous era un recorrido emocional, que retrata con humor
y acidez, la soledad y la aspiración masculina de la felicidad, la ética, la lealtad la solidaridad, la
hipocresía de aparentar ser lo que no se es
y el valor de la familia, gravemente
lastimada por el rompimiento de sus canales de comunicación.
Assous logró su cometido y el resultado es esta
pieza de humor u pensamiento que vuelve a demostrar como el teatro, tiene tantas
formas de concretar su magia y su poder inagotable para sorprender, encandilar
y transformar desde la inicial palabra
escrita, en un acontecimiento escénico trascendente.
El autor cristaliza un texto en el cual un
apartamento de soltero será el ambiente para la ocurrencia de circunstancias
sorpresivas, incesantes, una tras otra, llevando la trama por caminos
inesperados, dramáticos por instantes y divertidos siempre.
Cuando el teatro ofrece un espectáculo absolutamente
divertido por el código cómplice desarrollado y por los giros sorprendentes de
las situaciones que hilvanado, cuando encuentra los intérpretes adecuados, esos
que se saben deslizar con gracia por sus pasillos y entramados, cuando la representación crea
un vínculo firme y fino que crea un puente entre las tablas y la platea, cuando
su libreto cae en manos de un director de garra y conciencias, entonces el alto
y noble objetivo del teatro, se ha vuelto a preservar.
La pieza es una
rica y alegre argamasa de humor inteligente, perfumado de los enfoques sobre
valores, entre los cuales la calidad de la amistad entre hombres, la relación
padres-hijos y la creación de una
aceitada vinculación en las parejas, conforman un panorama de temas a ser
cuestionados y sobre los cuales el autor sabe trazarlos de tal forma que
generan espontánea la risa.
Nuestras Mujeres dirigida por Manuel Chapuseaux, con producción
general de Dunia De Wint, es uno de los proyectos de teatro más formidablemente reflexivo envuelto en las agradables hojarascas
del humor de la inteligencia.
Chapuseaux vuelve a mostrar sus visiones de director
que no se impone, pero orienta por los pasos necesarios para que cada quien
caracterice al máximo. Con su equipo de talentos trabajaron casi cuatro meses
en el montaje para finalmente lograr tan solo cuatro funciones que suman ocho
horas en escena en la sala Ravelo, este fin de semana.
Los intérpretes
Si un factor pesa en favor de Nuestras Mujeres,
además del texto dramatúrgico, tremendamente producido en la escala y con la
perspectiva de situaciones sucesivas, es la actuación de los tres
protagonistas.
Solo tres funciones
Nuestras Mujeres solo estará en escena este viernes,
sábado y domingo, tras su estreno anoche en Sala Ravelo. Las funciones inician
a las 8:30 pm. Salvo la del domingo que da inicio a las 6:30. Los productores
no lograron más fechas disponibles para la representación.
Sinopsis: Tres amigos de toda la vida, con sus
peculiares procesos de familia y pareja, quedan de reunirse, como siempre, a
jugar cartas en el apartamento de soltero de uno de ellos. El tercero llega
tardísimo por una razón inesperada y pretendidamente trágica, que dará pie
a sorpresas, eventos inusuales y
confrontaciones de valores. La lealtad habrá de ponerse a prueba.
Ficha Técnica
Nuestras mujeres
Dirección: Manuel Chapuseaux
Producción: Dunia De Wint (DW Comunicación)
Escenografía: Miguel Ramírez
Vestuario: Lola Catedral
Mobiliario: Home Galery y La Nacional
Sonido: Carlos Chapuseaux
Diseño de Luces: ND
Asistente Dirección; Felicia Guzmán
Talentos: Francis Cruz (Carlos), Henssy Pichardo
(Manuel) y José Roberto Díaz (Simón).
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